SINOPSIS
Adeline fue criada por su tía Leah tras la muerte de sus padres. A la edad de veinte años su vida gira exclusivamente alrededor del cuidado de su tía, grave e irremediablemente enferma. Sabe que cuando ésta le falte deberá encarar un futuro difícil y solitario, ya que se quedará completamente sola. Es una joven un tanto atípica, ya que no siente deseos de formar familia con ningún joven de la región. Ninguno le interesa.
Y en Sunrise, una población de Tejas, durante el año 1930, pocas son las posibilidades para una mujer sola y menos aún para alguien como Adeline, excesivamente independiente a ojo de los patrones que rigen la sociedad y la época.
Aunque al parecer no existe hombre que le interese, con frecuencia la joven tiene un sueño erótico que se repite una y otra vez. En él aparece un hombre misterioso, un completo desconocido de ojos verdes que la seduce noche tras noche. De algún modo inexplicable se siente unida ese extraño, de una forma ilógica que aúna presente, pasado y futuro, tal como poco después descubre.
Leah, su tía, le habló de la tragedia que afectó directamente a su familia, una que coincidió con la misteriosa desaparición de Addie, su antepasada. Una mujer con lo que no sólo comparte el nombre con ella, sino también su apariencia física. Años atrás, el mismo día de la desaparición de la joven Addie, Russell, el padre de ésta fue asesinado. Ben Hunter, el capataz de Russell, fue acusado del crimen.
Lo sorprende para Adeline sucede cuando pocos días después de la muerte de su tía Leah, se encuentra con un anciano que ronda Sunrise, el que según Leah le confesó es Ben Hunter.
Al mirarlo fijamente descubre que posee los mismos ojos verdes del hombre que acosa sus sueños. Lo más sorprendente es que el anciano se dirige a ella, llamándola Addie, el nombre de su antepasada.
Poco después, Adeline se desmaya y al volver en sí se encuentra en Sunrise, pero cincuenta años antes, donde es confundida con Addie.
Dividida entre la irrealidad que supone su viaje en el tiempo y el desconocimiento de su nueva realidad, Adeline, ahora Addie, comprende que tras esa charada se esconde una segunda oportunidad para Addie y la posibilidad de evitar el asesinato de Russell. O eso cree ella…
Rápidamente se siente profundamente atraída por Ben, el supuesto asesino de su antepasado, pero él no parece prestarle mucha atención, pese a su belleza, ya que la considera frívola, altanera y egoísta.
Y a la vez que lucha por desentramar su destino, sus sentimientos hacia Ben, su misión se concentra en tratar de averiguar si puede regresar al futuro. Aunque… ¿realmente desea volver?
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